La dictadura que Trump intenta imponer en el mundo a través de la red social ya es insoportable, algunos colaboradores ya están planeando retirarse de la cercanía del esposo de Melania, que parece que usa el Twitter como centro de análisis de sus caprichos,
Los especialistas enviados por el Partido Republicano han salido huyendo tras los exabruptos del hotelero, que no desea ningún consejo o reclamo de sus allegados, el considera que ser Presidente de Estados Unidos es menos que ser capataz de alguna plantación sureña.
Gran error de los estrategas Republicanos que pensaban que al gorila lo podrían controlar con amenazas y chicas de buen ver, nada de eso, cada mañana solo quiere estar jugando con el botón del armamento nuclear, esperando que algún líder mundial le saque la lengua. Trump tiene muy mal genio, dicen sus asistentes, que ya están asustados de la reacción ante cualquier negativa.
Trump es un niño con juguete nuevo, y el Twitter es su arma de destrucción masiva, cada semana solo esperan los ciudadanos ver con quien se va a pelear, si México, Alemania, Francia o alguna potencia nuclear. El Servicio Secreto ha prometido evitar que vuelva a la red social, temen que los problemas que esta cuando sean incontrolables
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